La rosácea es una afección de la piel que afecta a millones de personas en todo el mundo. A pesar de ser una enfermedad común, aún existen muchos mitos en torno a la rosácea y sus tratamientos. En este artículo, Paquita Bordoy, especialista en estética avanzada, desmiente algunos de los mitos más comunes y ofrece información clave sobre cómo tratar la rosácea.
¿Qué es la piel rosácea?
La rosácea es una afección de la piel que se caracteriza por enrojecimiento facial persistente, enrojecimiento de la nariz y las mejillas, inflamación, dilatación de los vasos sanguíneos, pequeños bultos rojos y pápulas. La rosácea puede afectar a cualquier persona, pero es más común en mujeres mayores de 30 años y en personas con piel clara.
Mitos entorno a la rosácea
Existen muchos mitos sobre la rosácea que pueden llevar a confusión y a un mal manejo de la afección. Algunos de los mitos más comunes son:
- La rosácea es causada por mala higiene: La rosácea no tiene nada que ver con la falta de higiene. Es una afección inflamatoria crónica de la piel que se produce debido a factores genéticos, ambientales y de estilo de vida.
- La rosácea es contagiosa: La rosácea no es contagiosa. No se puede contraer por contacto con la piel de alguien que la padece.
- El alcohol y los alimentos picantes causan rosácea: Si bien estos factores pueden desencadenar un brote de rosácea en algunas personas, no son la causa de la afección.
- La rosácea solo afecta a personas mayores: La rosácea puede afectar a personas de cualquier edad, aunque es más común en personas mayores de 30 años.
¿Cómo prevenir la rosácea?
No existe una forma segura de prevenir la rosácea, pero hay medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de sufrirla. Estas incluyen:
- Usar protector solar diariamente: La exposición al sol puede empeorar los síntomas de la rosácea, por lo que es importante proteger la piel con un buen protector solar.
- Evitar la exposición excesiva al sol: Además de usar protector solar, es importante limitar la exposición al sol para evitar empeorar los síntomas de la rosácea.
- Usar productos de cuidado de la piel suaves y no irritantes: Los productos de cuidado de la piel irritantes pueden empeorar los síntomas de la rosácea, por lo que es importante utilizar productos suaves y no irritantes.
Tratamientos para la rosácea
A pesar de que no hay cura para la rosácea, existen diversos tratamientos que pueden ayudar a controlarla y reducir sus síntomas. Algunos de estos tratamientos incluyen:
- Medicamentos tópicos: Los medicamentos tópicos como los antibióticos y los retinoides pueden ayudar a reducir el enrojecimiento y la inflamación en la piel afectada.
- Medicamentos orales: Los medicamentos orales como los antibióticos y la isotretinoína pueden ser recetados por un médico para tratar la rosácea más severa.
- Terapia con láser: La terapia con láser puede reducir el enrojecimiento y la inflamación de la piel afectada por la rosácea.
- Tratamientos naturales: Algunas personas optan por tratamientos naturales para la rosácea, como la manzanilla y la avena, que pueden ayudar a calmar la piel.
Es importante consultar a un médico o dermatólogo para determinar cuál es el mejor tratamiento para cada caso individual de rosácea. En general, es posible controlar la rosácea y mejorar la apariencia de la piel con un diagnóstico y tratamiento tempranos.
En conclusión, la piel rosácea es una afección de la piel común que puede ser tratada con éxito. Es importante desmentir los mitos y conocer la realidad de la afección para poder prevenirla y tratarla adecuadamente. Consultar con un profesional de la salud es la mejor opción para un manejo óptimo de la rosácea.